El genocida Miguel Etchecolatz no descansa: luego de pedir cada vez que pudo la prisión domiciliaria, de mostrarse ofensivo para con las víctimas y familiares de sus delitos durante los juicios, ahora decidió apelar su exoneración de la Policía Bonaerense, reclamando para que se lo reinsertara en la fuerza.

El represor, para colmo, le envió un escrito a la gobernadora María Eugenia Vidal en el que incluso exigió que le dijeran “qué acciones” había realizado “para ser encuadrado en las supuestas faltas atribuidas”. Ante este panorama, y el repudio generalizado que desató en organismos de derechos humanos, la Provincia de Buenos Aires le rechazó la petición.

Cree que sigue impune: habrá que pensar quién lo está respaldado“, aseguró Taty Almeida, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, al conocer la noticia.

Si no fuera tan repudiable, tan insólito, sería para reírse. Pero en este momento que estamos pasando por un país sin ningún Estado de derecho es una cosa más para ver en qué situación está la Argentina en derechos humanos. ¿Qué pretende este individuo genocida que tiene perpetua más perpetua? ¿Lo hace porque cree que puede lograrlo? El repudio es total por parte de todos los organismos“, agregó.

La justicia en nuestro país está funcionando tan mal que él aprovechó el momento para pedir esto“, remató Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo.

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