Los docentes universitarios de todo el país iniciaron esta semana la tercera semana consecutiva de medidas de fuerza en defensa de sus salarios y el presupuesto universitario: el gobierno de Mauricio Macri, por el momento, hace oídos sordos.

Las cifras son contundentes y respaldan a los docentes y científicos: su salario real viene cayendo estrepitosamente desde mediados del 2015:

Ante la última propuesta del Ministerio de Educación, que ofrece un aumento del 10,8% y la promesa de “seguir negociando”, todos los sindicatos docentes decidieron parar esta semana: la medida afecta no sólo a las universidades sino también a las escuelas preuniversitarias, como el Colegio Nacional de Buenos Aires (CNBA).

La CONADU Histórica ratificó el no inicio de clases que mantiene desde el comienzo del segundo cuatrimestre, es decir, desde hace catorce días. La CONADU, por su parte, lanzó un paro hasta el viernes; mientras que la FADUN lleva dos días de medidas de fuerza.

Vale la pena remarcar, además, que aunque el presupuesto inicial para las universidades nacionales en 2018 fue de $95 mil millones, un 26% más que lo presupuestado inicialmente en 2017, todavía la mayoría de esos fondos no fueron ejecutados por lo que el gobierno está incumpliendo con la ley.

La respuesta del oficialismo fue pobre: a través de un comunicado, aseguran que “el presupuesto es muy bueno y seguirá siéndolo” y que “la oferta salarial actual representa el máximo esfuerzo posible, en esta coyuntura económica, frente al número de docentes que registra el sistema”.

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