La tristeza de los locales empezó a convertirse en furia: las víctimas de los incendios forestales más importantes de la última década en Grecia empezaron a dirigir sus miradas contra los políticos locales.

En Mati, el pueblo costero más afectado por el desastre, vecinos cargaron contra el titular del Ministerio de Defensa, Panos Kammenos, luego de que éste anunciara que la cifra de muertos había ascendido a 85.

Rodeándolo e increpándolo, lo acusaron de pasividad y negligencia: “Ustedes nos dejaron quemar. Ustedes nos dejaron a la buena de Dios“.

En la misma línea, miles de reclamos empezaron a caer sobre los alcaldes municipales: los sobrevivientes aseguran que los planes de evacuación eran “inadecuados”.

“Mi primo, Michalis, murió en su auto con su esposa y su hija. Muchos miembros de mi familia todavía están desaparecidos. ¿Hay palabras para lidiar con ésto? ¿Puede el alma humana soportar estas cosas?”, señaló, entre lágrimas, una vecina del lugar.

Las autoridades y servicios de rescate no se animan todavía a dar una cifra concreta sobre las personas que, desde que comenzaron los incendios, se desconoce su paradero. “No vamos a parar de buscarlos, casa por casa, en cada área afectada por las llamas“, subrayaron.

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