Mariela Coletta, auditora porteña del espacio “Evolución” de Martín Lousteau, realizó esta semana una fuerte denuncia en torno a la situación en la que se encuentran los paradores porteños para gente en situación de calle.
Hay cuatro paradores que dependen del Gobierno de la Ciudad: dos en Retiro y uno en Parque de los Patricios, que son solo para hombres, y uno en Constitución, exclusivo para mujeres solas o con hijos menores de edad.
“Los paradores podrían brindar un servicio que realmente hace falta en la Ciudad de Buenos Aires, pero sus recursos son limitados y terminan dejando en evidencia la falta de planificación”, afirmó.
? Un informe del Banco Mundial arrojó datos preocupantes sobre la contaminación atmosférica: la Ciudad de Buenos Aires no está por fuera de la problemática https://t.co/fbBEJEYUit pic.twitter.com/j1hFbgCI05
— Diario BA (@diariodeBA) 16 de julio de 2018
“Sería bueno que ofrezcan, además de comidas y un lugar para pasar la noche, herramientas que realmente vincularan a los vecinos con posibilidades de trabajo y fueran un punto de partida para estar mejor. Desde la Auditoría de la Ciudad alertamos sobre esta situación”, prosiguió en diálogo con “Sección Ciudad”.
“Otro de los problemas es que los paradores no tienen en cuenta a los grupos familiares. Algunos están preparados para recibir a hombres solos de entre 18 y 60 años y otros reciben a mujeres solas o con hijos hasta 17 años. Así, quedan afuera las personas con discapacidad y los niños en situación de calle sin adultos que los tengan a cargo”, subrayó luego.
En los paradores hay casi 550 plazas, donde se ofrece desayuno, almuerzo, merienda y cena, además de ropa de cama y elementos de aseo. Más allá de que los lugares no alcanzan para todos -se estima que hay más de 1.000 personas en situación de calle en la Ciudad de Buenos Aires- uno de los principales problemas es la falta de personal profesional en los servicios psicosociales y el seguimiento de sanitario de quienes se acercan.