Ante la comisión bicameral que investiga la desaparición del submarino, un suboficial de la Armada brindó datos reveladores en torno a qué paso en los momentos más desesperantes y angustiantes de noviembre del 2017.
Rubén Darío Espínola, que estaba de guardia en el servicio de comunicaciones en la Base Naval Mar del Plata cuando se perdió el rastro de la nave, aseguró que ese día se recibieron tres intentos de comunicación en las frecuencias asignadas al submarino, lo que puede interpretarse como posibles “mensajes frustrados” de pedidos de auxilio.
⚓ Por no haber cumplido con su objetivo, el gobierno de Mauricio Macri dio de baja la recompensa millonaria para localizar al ARA San Juan https://t.co/CnPjazhbj4 pic.twitter.com/Ea2X9UBtAA
— Diario BA (@diariodeBA) 12 de julio de 2018
“Escuché a alguien que estaba tratando de transmitir un mensaje en las frecuencias asignadas al submarino. Di parte verbal a la Central de Comunicaciones de la Fuerza de Submarinos y a la base de Puerto Belgrano. Como el enlace finalmente no se concretó, no lo anoté en el libro de guardias. Lo registré tres días después, cuando me reincorporé al servicio“, explicó ante los presentes.
El que por entonces era supervisor de comunicaciones confirmó que buscaron contactar al ARA San Juan: “Hubo un intento por cada frecuencia. Se escuchaba muy mal, porque había una tormenta eléctrica en ese momento en Mar del Plata“.
Por último, una de las cosas que suscitó inquietud entre los miembros de la comisión fue el testimonio del contraalmirante Galardi: reconoció que entre los tripulantes del ARA San Juan se encontraba un agente de Inteligencia Naval. “Durante todo 2017 fue habitual el embarque de personal de inteligencia en los buques”, sentenció el marino.