El proceso judicial duró tres semanas: en ese lapso se desarrollaron once audiencias en los tribunales de Gualeguaychú en los cuales se encontró a Nahir Galarza como culpable del crimen de Fernando Pastorizzo, con quien mantenía una relación sentimental.
Este martes, la joven fue condenada a prisión perpetua, según lo resolvieron los jueces Mauricio Derudi, Arturo Exequiel Dumón y Alicia Vivian.
Durante los últimos días, los letrados José Ostolaza y Horacio Dargainz, abogados defensores de la culpa, aseguraron en sus alegatos “que los disparos fueron accidentales, que la joven era una víctima constante de violencia de género, de golpes y tormentos psicológicos”. El Tribunal rechazó sus argumentos.
A través de la investigación ratificaron que Nahir y Fernando eran novios y también que los disparos fueron voluntarios, por ello, determinaron que se produjo un “homicidio calificado por una relación de pareja“.