Lo que por varios pasajes de la primera ronda parecía imposible, finalmente ocurrió: la Argentina logró clasificarse a los octavos de final del Mundial de Rusia 2018.

Pese al mal juego que mostró por momentos, la victoria con ímpetu ante Nigeria logró que los hinchas volvieran a mostrar confianza e ilusión en torno al conjunto “albiceleste”: el gran objetivo era derrotar a Francia en Kazán.

El partido arrancó mal para los argentinos: Lionel Messi de “falso nueve” le quitó profundidad al equipo y lo aisló, Di María y Pavón no lograban conectar con el mediocampo y la defensa se mostraba endeble.

Mbappé, la pesadilla del primer tiempo, desplegó toda su potencia y técnica explotando los espacios que dejaba atrás el equipo de Jorge Sampaoli: a los once minutos, Marcos Rojo lo agarró en el área y el árbitro cobró penal. Griezmann, sin titubear, la mandó al fondo de la red.

Poco pasó luego de la apertura del marcador: Argentina no le encontró nunca la vuelta al encuentro y Francia se mostró cómoda con la ventaja y sólo se dedicó a salir rápido de contragolpe y a contener los tibios ataques “albicelestes”.

Se necesitaba un genialidad, un gol de otro partido, para torcer el rumbo. Y fue Ángel Di María quien, a cuatro del final de la primera parte, apareció: el “Fideo” la agarró desde afuera del área y se la clavó en el ángulo a Lloris para llegar al empate.

El gol de Gabriel Mercado apenas iniciado el segundo tiempo llevó a la Argentina a una posición increíble: sin jugar bien, sin crear demasiado ni exigir a la defensa rival, estaba 2 a 1.

El espejismo, sin embargo, duró poco: Pavard, un rato más tarde, clavó un golazo con la derecha y todo se derrumbó: no hubo más reacción ni fútbol desde el lado “albiceleste”.

Faltaba que Mbappé terminé su show y lo hizo con relativa rapidez: primero bajó la pelota tras un centro y remató fuerte por abajo ante un Armani que no reaccionó a tiempo. Y el golpe final vino después: quedó una vez más solo contra el arquero argentino y definió con calidad para sentenciar la historia.

El gol del “Kun” Aguero tras un centro a la cabeza de Lionel Messi fue el último espasmo de dignidad del equipo “albiceleste”. 4 a 3 y afuera del Mundial de Rusia 2018.

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