Juan Martín Del Potro llegó con lo justo a París. Se dudaba, incluso, de que estuviera en condiciones físicas de afrontar el debut en Roland Garros. Sin embargo, el tandilense pudo hacerlo: y no paró hasta las semifinales.

El choque con el mejor jugador de la historia en polvo de ladrillo fue demasiado para la “Torre de Tandil”: nunca le encontró la vuelta al partido y se fue desinflando con el correr de los games.

Rafael Nadal lo barrió del court en tres sets corridos: fue 6/4, 6/1 y 6/2 para que el español se meta, una vez más, en la final del torneo. Allí se medirá ante Dominic Thiem.

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