Los equipos de rescate continúan con la búsqueda de sobrevivientes y víctimas de la potente erupción del “Volcán de Fuego” en Guatemala que, hasta el momento, dejó al menos 69 muertos.
Las tareas se dificultan porque la zona carbonizada estaba todavía demasiado caliente para extraer los cuerpos que faltan. La inhalación de cenizas o gases volcánicos calientes puede, además, asfixiar a las personas rápidamente.
Según Protección Civil, hay más de 1,7 millones de afectados, 3.271 evacuados y 1.877 albergados en los departamentos de Escuintla (sur), Sacatepéquez (oeste) y Chimaltenango (oeste), los más afectados por la erupción volcánica.
“Vamos a seguir hasta que encontremos a la última víctima, aunque no sabemos cuántas víctimas hay, pero vamos a revisar el área las veces que sea necesario”, señaló Sergio Cabañas, director de la Coordinadora para la Reducción de Desastres (Conred). Cabañas afirmó también que no puede asegurar “cuántas personas hay desaparecidas porque lo ignoran”.
El director del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif), Fanuel García, reconoció que el organismo colabora en la identificación de los cuerpos: “Nos está costando mucho identificarlos porque algunos de los fallecidos perdieron sus facciones o las huellas digitales. Vamos tener que recurrir a otros métodos antropológicos y si es posible tomar muestras de ADN para identificarlos”.