“No hay cepo constitucional. Ni la Constitución ni los tratados internacionales constituyen un obstáculo. Ninguno manda a penalizar”, aseveró Ricardo Gil Lavedra en el inicio de las exposiciones.

“La criminalización ha fracasado. No ha tenido efecto disuasorio y ha producido un fuerte impacto en la salud de las personas de menos recursos. Criminalizar a la mujer que se practica un aborto temprano significa una grave afectación de sus derechos”, prosiguió.

“En la criminalización hay una razón escondida, un estereotipo ancestral que tiene que ver con qué significa la mujer en la sociedad. De acuerdo a esa creencia, la mujer es para reproducir la especie. Es su función y debe cumplirla de manera estoica”, remató.

Stella Maris Manzano, ginecóloga, aportó: “Los médicos pueden hoy negarse a recetar anticonceptivos, a poner DIUS, a ligar trompas porque leyes lo permitieron. A los médicos se les ha permitido creer que son morales y éticos por vulnerar derechos”.

“Un embrión no es lo mismo que un ser humano”, sentenció Alberto Kornblihtt, científico argentino reconocido a nivel global, biólogo, investigador superior del Conicet. “El embrión y el feto no son seres independientes de la madre sino que hasta el nacimiento son casi como un órgano de ella”.

Luis Rubinstein, titular del Ministerio de Salud, explicó: “Los países que tienen aborto irrestricto, prácticamente no tienen muertes por aborto. Aquí la codificación del aborto como causa de muerte está escondida en otros diagnósticos. Por la situación y por el estatus legal del aborto. El aborto inseguro, cuando no es conducido por un profesional, supera el 90% en Latinoamérica. Salvo Uruguay y Cuba, Latinoamérica está igual que África”.

“El aborto existe y es algo que no podemos soslayar. Más allá de todos los dilemas éticos, morales, espirituales. Son ustedes los que me van a decir a mi qué es lo que tengo que hacer. Es un problema de salud pública porque produce muertes en población joven y sana. La evidencia es muy sólida respecto de que la despenalización reduce la mortalidad materna, las complicaciones posaborto y la cantidad de abortos”, remató.

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