“Vengo a hablar acá como persona que vive con VIH y como puto. Sí. Como puto”, señaló Gustavo Pecoraro, escritor y periodista, en inicio del plenario de comisiones de este martes.

“Fuimos el cáncer rosa. La peste rosa. La encarnación de todos los pecados. Por sidosos y por putos. Pero lo logramos. La Ley de SIDA y la cobertura en el PMO. En cambio, ante la ausencia del Estado, las mujeres son expropiadas de su autonomía corporal”, remató.

Virginia Franganillo, por su parte, apuntó: “Hay una revolución en marcha. La cara más nítida son los y las jóvenes, donde el derecho a la legalización del aborto forma parte de su sistema común. Los diputados y las diputadas tienen la oportunidad con sus votos de cerrar una etapa negra de la historia de nuestro país”.

“Los argumentos de negligencia femenina sacan de foco la responsabilidad del Estado de llevar a cabo políticas públicas y de educación para prevenir embarazos no deseados, enfermedades de transmisión sexual y muerte de mujeres por abortos clandestinos”, aseveró María Azul Dragone un rato más tarde.

Julián Rodríguez Prassolo, en su turno, agregó: “La decisión de continuar un embarazo o interrumpirlo sólo puede tomarla la persona que está embarazada. El Estado tiene la obligación de garantizar los medios para que esta decisión se complete”.

“Legisladores, legisladoras, ustedes tienen la obligación de utilizar la política para modificar la realidad de la gente. Por eso, sin más demoras, #AbortoLegal, seguro y gratuito ahora”, concluyó Claudia Vázquez Haro, militante TLGBI.

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