La nueva embajada de Estados Unidos en Jerusalén, abierta oficialmente este lunes, está situada en el barrio de Arnona y, hasta ahora, servía como oficina consular.

Aunque Donald Trump no estuvo en la ceremonia de inauguración, sí dio presente una importante delegación de Washington, mostrando la importancia estratégica que le asignó el mandatario al asunto: la comitiva estuvo liderada por el Vicesecretario de Estado John Sullivan, Ivanka Trump, su marido y asesor del presidente, Jared Kushner, y el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin.

El acto del traslado de la sede diplomática, considerada por muchos como un desafío a la comunidad internacional en un momento de gran preocupación por la estabilidad en la región, contó también con la participación del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.

El presidente de los Estados Unidos, por su parte, saludó la mudanza a Jerusalén de la embajada a través de las redes sociales: “Esto marca un gran día para Israel”, aseveró.

Mientras tanto, en la “Franja de Gaza”, miles y miles de palestinos se manifestaron contra la medida que, pese a ser “administrativa”, comprende toda una declaración geopolítica y un aval al gobierno de Netanyahu. Como resultado de ello, los francotiradores del ejército israelí dispararon para desalojar los lugares de la protesta matando a decenas e hiriendo a cientos.

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