La transmisión de la final de la Copa Intercontinental entre Boca y Real Madrid del 2000 terminó en un larga causa que enfrenta a Víctor Hugo Morales con el Grupo Clarín.

Casi 28 años después, y de manera imprevista, la justicia allanó la casa del relator con el objetivo de embargar una lámpara y dos cuadros.

“Aparecen de sorpresa. Podrían haber avisado. Me quedaba en casa y no dejaba a mi familia atribulada a esto”, señaló el relator y periodista en diálogo con la prensa. “¿Quisiera saber cuanto le estoy pagando a Magnetto? ¿Quién tasó los cuadros? Con uno solo terminaría de pagar la deuda, un Castagnino no vale menos de 30 mil dólares. Esto es un atraco”, agregó.

“Es una pena atroz. Esto es parte de mi vida, habitan conmigo hace mas de 20 años, son una especie de capital afectivo y moral. Se llevan cosas muy queridas. Me sorprende muchísimo que pase. Parece el retruco de mi aparición televisiva en C5N. No parecería que fuese una casualidad: llevo cuatro días diciendo las cosas que pienso y la reacción es la presión del juez para que proceda a enviar a estas personas”, remató.

Las repercusiones en las redes sociales no se hicieron esperar:

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