Son 13 mil personas de alrededor de 52 países del mundo las que decidieron protagonizar una nueva #MarchaDeLosVivos, que tuvo su primera edición en 1988 siendo emuladas, por sobrevivientes y familiares, las marchas forzadas de los nazis.
Durante la jornada principal en el campo de concentración, todos ellos unieron en una silenciosa caminata los tres mil metros que separan Auschwitz de Birkenau.
En varios países del mundo se rindió homenaje a las millones de víctimas y, en el lugar, el presidente polaco Andrzej Duda y su par israelí Reiven Rivlin se juntaron para caminar delante del famoso letrero de entrada “Arbeit Macht Frei” del campo.