El equipo de Pep Guardiola necesitaba remontar un 3 a 0 luego del choque de ida ante Liverpool y en el “Etihad Stadium” salió como una tromba: a los dos minutos, Gabriel Jesus, aprovechando un error defensivo de la vista, puso el 1 a 0.

La primera parte fue toda de los “blues”: maniató al conjunto dirigido por Jurgen Klopp en todos los ámbitos del juego, poniéndolo contra su arco y creando innumerables situaciones de gol.

La única de la visita fue una jugada entre Chamberlain y Salah que el primero, tras dejar al arquero en el camino, remató sin ángulo por encima del travesaño.

A cinco del final, incluso, el árbitro le anuló mal un gol a Sané que le podría haber dado mayor tranquilidad para irse al vestuario y encarar el último tiempo.

Y el golpe certero al corazón de las ilusiones del Manchester City se produjo a los diez minutos de la segunda parte: Salah jugó con Mané, este cayó dentro del área y, mientras todos esperaban que cobraran el penal, el egipcio aprovechó para poner la historia 1 a 1 y sentenciar la serie.

Como si quedaran dudas de la superioridad de los Klopp, Firmino usufructuó un error de Otamendi para sellar el 2 a 1 y clasificarse a las semifinales de la competición.

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