La semana pasada se conoció la intención del gobierno de Mauricio Macri que, a través del Servicio Penitenciario Federal (SPF), pretende liberar al 62% de los genocidas mayores de 70 años detenidos en sus dependencias.

“En las estadísticas estamos viendo que centenares de genocidas, por estas políticas actuales del gobierno, han pasado a tener cárcel domiciliaria. Sabemos que muchos pueden estar enfermos y que son viejos. Pero son personas mayores peligrosas, que no se arrepienten y que no han confesado”, aseguró Estela de Carlotto en diálogo con Tiempo Argentino.

“Es más, han dicho que lo volverían a hacer si fuera necesario. Es decir que tienen una formación genocida muy arraigada y, al salir y estar en un domicilio, pueden darse reuniones entre ellos, las comunicaciones y la confabulación. Humanitariamente uno piensa que si alguien está a punto de fallecer podría. Pero vemos que Etchecolatz sale de su casa cómodamente, sin esposas, acompañado como un ciudadano común cuando en realidad es un peligroso delincuente”, señaló en relación a la posibilidad de que más de la mitad de los represores que están presos sean excarcelados.

“Tenemos presos políticos que, por las dudas, los tienen presos. Piden domiciliaria para no tener esa injusta detención y no los liberan porque los creen peligrosos. Hay una contradicción ofensiva para la ciudadanía. Pensar que se está teniendo una política totalmente adversa, contradictoria y peligrosa. Entonces rechazamos esas pretensiones de darles beneficios, sobre todo teniendo en cuenta que los delitos cometidos por esta gente son delitos que agravian a toda la sociedad. Son delitos de lesa humanidad, es decir que a la humanidad entera están ofendiendo”, señaló la titular de Abuelas de Plaza de Mayo.

“Es un paso hacia la impunidad. Proponen nombres como el “Turco Julián” o Christian von Wernich, a quien la Iglesia no ha repudiado como lo que fue, un asesino. Es una medida ofensiva para los que queremos que las cosas sean iguales para todos. Es un retroceso, una forma de ir contagiando de malas artes el camino de esta democracia que costó tanto conseguir, que es la más larga de nuestra historia y que desde nuestro lugar queremos preservar y, más que nada, fortalecer y no debilitar”, remató.

Por último, sobre el próximo #24M, concluyó: “Los organismos y buena parte de la sociedad estamos preparándonos para hacer lo que hacemos todos los años. Realizar una gran marcha y concentración en Plaza de Mayo, para señalar las políticas de retroceso que se están poniendo en práctica en Derechos Humanos”.

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