Oskar Gröning, conocido popularmente como el “contador de Auschwitz”, murió a los 96 años en un hospital de Alemania.

Aunque había sido condenado en 2015 a cuatro años de encierro por complicidad en el asesinato de 300.000 judíos, el ex miembro de las SS hitlerianas falleció sin haber ingresado a prisión.

Vale la pena recordar que en diciembre del 2017, el Tribunal Constitucional había ratificado la condena de la Audiencia de Lüneburg y rechazó el recurso presentado por Gröning contra su ingreso en prisión, alegando razones de edad y su precario estado de salud.

Durante el proceso judicial, él había admitido su “complicidad moral” en las muertes de el más mortífero entre los campos de exterminio nazis donde se encargó de incautar y administrar el dinero y las pertenencias de quienes llegaban como deportados: incluso llegó a mostrar su arrepentimiento y pidió perdón a los supervivientes y familiares de las víctimas.

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