Este #8M se realiza en más de cincuenta países el segundo Paro Internacional de Mujeres y la Argentina será uno de los epicentros de las protestas y movilizaciones contra el machismo.
Bajo la consigna “Si las mujeres paran, se para el mundo”, se espera que miles y miles de personas participen de las distintas actividades que tendrán lugar en el #DíaInternacionalDeLaMujer.
Entre los ejes principales del paro se encuentran: la despenalización y legalización del aborto, las políticas públicas para la prevención y sanción de hechos de violencia machista, la brecha salarial de género, el reconocimiento del trabajo doméstico no remunerado y la visibilización de las mujeres trans. Como signo de participación, se pide que las mujeres usen una prenda de color violeta.
✊? #8M: en la vida familiar y laboral, la #DesigualdadDeGénero dice presente https://t.co/ihSbzoEFbs pic.twitter.com/VbXZHAJVSK
— Diario BA (@diariodeBA) 8 de marzo de 2018
- #Ruidazo (11hs)
En diversos lugares de trabajo, en la calle, en donde estén, las mujeres realizaron un ruidazo para poner en juego en la arena pública su reclamo.
#Ahora#Ruidazo x #8m#DiaInternacionaDeLaMujer#NosotrasMarchamos#nosotrasparamospic.twitter.com/K1GVc9hYyY
— María José Lubertino (@Lubertino) 8 de marzo de 2018
El pedido para que se apruebe el proyecto de ley que habilite el derecho al aborto legal, seguro y gratuito estuvo presente desde temprano:
#AbortoLegalYa
Desde la televisión a los barrios, desde el teatro comercial al off, representantes de la cultura participaron de esta foto acción en las escalinatas del Congreso junto a diputadas y diputados de todos los bloques titulada “Entró el proyecto, que salga la ley”. pic.twitter.com/Jwcd32TlEB— lavaca tuitera (@Lavacatuitera) 8 de marzo de 2018
- #Bombachazo (14hs)
Trabajadoras escénicas, amplio espectro que comprenede a, actrices, bailarinas, directoras, coreógráfas y docentes, decidieron colgarse de las orejas la bombacha, como símbolo de desobediencia al patriarcado, y visibilizarlo por distintos puntos de la Capital Federal.
? En 2018 ya hubo 47 femicidios en Argentina: ✊? ¡#NiUnaMenos! https://t.co/8kHYj9nvtb pic.twitter.com/Z2ZmHngQ5L
— Diario BA (@diariodeBA) 8 de marzo de 2018
Arrancaron en el Teatro Colón por la calle Libertad, pararon frente a la fachada del Teatro Nacional Cervantes, el Teatro Gral. San Martín, el Teatro Alvear y se plegaron a la gran movilización en el Congreso de la Nación.
- #Marcha (16hs)
Por los cortes en las inmediaciones de la zona del centro porteño, desde el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires sugirieron a los conductores particulares tomar los siguientes desvíos: hacia el sur, transitar por Av. del Libertador o Av. Leandro N. Alem. También advirtieron que decenas de líneas de colectivos cambiarán su recorrido.
En la Ciudad de Buenos Aires, la concentración arrancó oficialmente a partir de las 16 en Avenida de Mayo 825, entre Piedras y Tacuarí, pero la cantidad de mujeres que ya habían comenzado a movilizarse era inmensa.
“Marcho como tantas mujeres en el país y en el mundo. Hoy marcho con la convicción de que todas las luchas anteriores no han sido en vano y que nos esperan muchísimos combates hacia adelante”, aseguró Dora Barrancos, socióloga e historiadora.
La marea feminista desborda Congreso.#NosotrasParamos#AbortoLegalYa #8M pic.twitter.com/DlrubQIrmh
— lavaca tuitera (@Lavacatuitera) 8 de marzo de 2018
Entre las 17.30 y las 18, las columnas empezaron a marchar hacia el Congreso de la Nación y, aunque estaba previsto que a las 18.30 se lea el documento en el acto central, debió retrasarse para esperar a la gran cantidad de personas que se congregaron y se dirigían hacia allí por las calles adyacentes.
Fue Liliana Daunes quien, a partir de las 19.50, leyó en el acto central un documento elaborado y consensuado por las organizaciones feministas: el mismo hizo foco en el aborto, la brecha salarial, contra los femicidios y la discriminación.
“Hoy estamos acá porque construimos juntas un segundo paro internacional feminista. Paramos contra los despidos, el ajuste del gobierno y por aborto legal, seguro y gratuito. Paramos porque venimos a decirle basta a las violencias femicidas y travesticidas y a las violencias económicas y estatales que las sustentan. Venimos produciendo este tiempo de desobediencia al patriarcado y al capitalismo que acumula fuerza en los territorios, revoluciona las casas, las camas y las calles. Venimos reclamando a todas las centrales sindicales la convocatoria al paro y la organización de asambleas”.
“Desde el movimiento feminista, evidenciamos el engranaje entre la familia patriarcal y el terrorismo de estado. Escuchamos, también en el transcurso de este año, a las ex hijas de genocidas desafiliarse de sus progenitores, evidenciando cómo la crueldad de los campos de concentración se traducía en crueldad en la intimidad del entorno familiar. Repudiamos que se les conceda prisión domiciliaria a los represores. Nosotras volvemos a gritar que la única casa de los genocidas es la cárcel. Que no olvidamos ni nos reconciliamos. Y que desde el feminismo estamos construyendo una casa contra todas las formas de crueldad con que el capitalismo quiere aterrorizar nuestras desobediencias”.
“Nuestra fuerza callejera empujó a este momento histórico en el que el derecho al aborto legal, seguro y gratuito exige ser tratado en el Congreso y nos declaramos en alerta y movilizadas frente al uso oportunista del sistema político de nuestro histórico reclamo de autonomía”.
“Nuestra fuerza callejera hace que cuando una de nosotras habla, muchas otras se sienten acompañadas para romper el silencio: este año, en primera persona y colectivamente, desnaturalizamos las violencias sexuales. Ya no nos callamos más. Sin embargo, la violencia femicida y travesticida sigue descontando vidas. Anahí Benítez, Araceli Fulles, Micaela García, Vanesa Castillo, Camila Borda, son algunos de los nombres que gritamos este año. Exigimos la aparición con vida de Johana Ramallo y Yenilda Patiño. Este 8M también tenemos presente en nuestra memoria la tragedia que nos conmocionó hace un año atrás: el femicidio y crimen de Estado en contra de las 56 niñas del Hogar Virgen de la Asunción en Guatemala y de cada una de las víctimas de femicidios y travesticidios en todo el continente”.
“Contra todas estas crueldades, hemos desarrollado asambleas en las escuelas secundarias, en los lugares de trabajo, en los territorios en conflicto, en los hospitales, en las villas. En toda Argentina, las asambleas se han convertido en espacios de inteligencia colectiva y de un feminismo transversal y popular, que hoy funciona como caja de resonancia de todas las luchas. No nos hemos quedado quietas durante este año. Nos reunimos en asamblea con las trabajadoras de Pepsico, paro internacional feminista 2018 en El Bolsón y en Jujuy. En América Latina las luchas se multiplican contra los despojos y estamos enlazadas con ellas. La marea feminista sigue creciendo como una fuerza internacionalista”.
“Paramos porque somos parte de una historia colectiva e internacional. Toda lucha feminista es la que nos tiene a las mujeres, lesbianas, trans y travestis organizadas contra el patriarcado y el capitalismo en las calles, en las plazas,en los lugares de trabajo, en las casas y en las camas”.
“Tenemos una genealogía que nos conecta con el 8 de marzo como lucha histórica. Hoy somos millones las mujeres, lesbianas, trans y travestis movilizadas en todo el mundo y salimos a las calles en defensa de nuestras vidas y por nuestros derechos, por nuestros deseos y por nuestras autonomías. Hoy estamos acá y traemos con nosotras, en cada una de nuestras luchas, a las 15.000 obreras textiles, en su mayoría migrantes, que marcharon por la jornada de 8 horas a principio del siglo XX en Nueva York; a las feministas de los siglos XIX y XX que lucharon por el voto, el trabajo, la educación, la representación política y por una sexualidad libre; a las que retomaron la lucha en los años 60/70 y especialmente a las feministas latinoamericanas; a las rusas que comenzaron la revolución de 1917 contra el zar; a las feministas negras de los 60; a las lesbianas y travestis que abrieron camino en el reconocimiento de otras existencias y corporalidades; a las grandes figuras y a las heroínas anónimas; a las desaparecidas y asesinadas en esta historia de lucha”.
“Estamos acá porque nos precedieron las luchas protagonizadas por las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y por las mujeres piqueteras. Estamos acá porque cuando las mujeres del mundo nos organizamos la tierra tiembla. Lo sentimos con la lucha de las mujeres kurdas contra el estado-nación y con la lucha anti-imperialista de las mujeres palestinas con quienes hoy exigimos la libertad de la adolescente Ahed Tamimi. Lo vivimos con el paro internacional de 2017 realizado en 55 países, las movilizaciones del 3 de junio y 25 de noviembre en Argentina, y las marchas y acciones en muchísimos otros lugares del planeta”.
“Estamos acá porque también traemos con nosotras las experiencias, discusiones y lazos que hemos construido entre todas en los 32 Encuentros Nacionales de Mujeres. Y porque nos reconocemos en las luchas indígenas, populares y afrodescendientes: remarcamos el protagonismo de las mujeres en las luchas comunitarias por la vida y los territorios y en particular de las mujeres mapuches que enfrentan la ofensiva empresarial y represiva del estado argentino”.
“Hoy estamos acá porque construimos juntas un segundo paro internacional feminista. Paramos contra los despidos, el ajuste del gobierno y por aborto legal, seguro y gratuito. Paramos porque venimos a decirle basta a las violencias femicidas y travesticidas y a las violencias económicas y estatales que las sustentan. Venimos produciendo este tiempo de desobediencia al patriarcado y al capitalismo que acumula fuerza en los territorios, revoluciona las casas, las camas y las calles. Venimos reclamando a todas las centrales sindicales la convocatoria al paro y la organización de asambleas”.
“Desde el movimiento feminista, evidenciamos el engranaje entre la familia patriarcal y el terrorismo de estado. Escuchamos, también en el transcurso de este año, a las ex hijas de genocidas desafiliarse de sus progenitores, evidenciando cómo la crueldad de los campos de concentración se traducía en crueldad en la intimidad del entorno familiar. Repudiamos que se les conceda prisión domiciliaria a los represores. Nosotras volvemos a gritar que la única casa de los genocidas es la cárcel. Que no olvidamos ni nos reconciliamos. Y que desde el feminismo estamos construyendo una casa contra todas las formas de crueldad con que el capitalismo quiere aterrorizar nuestras desobediencias”.
“Nuestra fuerza callejera hace que cuando una de nosotras habla, muchas otras se sienten acompañadas para romper el silencio: este año, en primera persona y colectivamente, desnaturalizamos las violencias sexuales. Ya no nos callamos más. Sin embargo, la violencia femicida y travesticida sigue descontando vidas. Anahí Benítez, Araceli Fulles, Micaela García, Vanesa Castillo, Camila Borda, son algunos de los nombres que gritamos este año. Exigimos la aparición con vida de Johana Ramallo y Yenilda Patiño. Este 8M también tenemos presente en nuestra memoria la tragedia que nos conmocionó hace un año atrás: el femicidio y crimen de Estado en contra de las 56 niñas del Hogar Virgen de la Asunción en Guatemala y de cada una de las víctimas de femicidios y travesticidios en todo el continente”.
“Contra todas estas crueldades, hemos desarrollado asambleas en las escuelas secundarias, en los lugares de trabajo, en los territorios en conflicto, en los hospitales, en las villas. En toda Argentina, las asambleas se han convertido en espacios de inteligencia colectiva y de un feminismo transversal y popular, que hoy funciona como caja de resonancia de todas las luchas. No nos hemos quedado quietas durante este año. Nos reunimos en asamblea con las trabajadoras de Pepsico, paro internacional feminista 2018 en El Bolsón y en Jujuy. En América Latina las luchas se multiplican contra los despojos y estamos enlazadas con ellas. La marea feminista sigue creciendo como una fuerza internacionalista”.
“Paramos porque somos parte de una historia colectiva e internacional. Toda lucha feminista es la que nos tiene a las mujeres, lesbianas, trans y travestis organizadas contra el patriarcado y el capitalismo en las calles, en las plazas,en los lugares de trabajo, en las casas y en las camas”.
“Tenemos una genealogía que nos conecta con el 8 de marzo como lucha histórica. Hoy somos millones las mujeres, lesbianas, trans y travestis movilizadas en todo el mundo y salimos a las calles en defensa de nuestras vidas y por nuestros derechos, por nuestros deseos y por nuestras autonomías. Hoy estamos acá y traemos con nosotras, en cada una de nuestras luchas, a las 15.000 obreras textiles, en su mayoría migrantes, que marcharon por la jornada de 8 horas a principio del siglo XX en Nueva York; a las feministas de los siglos XIX y XX que lucharon por el voto, el trabajo, la educación, la representación política y por una sexualidad libre; a las que retomaron la lucha en los años 60/70 y especialmente a las feministas latinoamericanas; a las rusas que comenzaron la revolución de 1917 contra el zar; a las feministas negras de los 60; a las lesbianas y travestis que abrieron camino en el reconocimiento de otras existencias y corporalidades; a las grandes figuras y a las heroínas anónimas; a las desaparecidas y asesinadas en esta historia de lucha”.
“Estamos acá porque nos precedieron las luchas protagonizadas por las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y por las mujeres piqueteras. Estamos acá porque cuando las mujeres del mundo nos organizamos la tierra tiembla. Lo sentimos con la lucha de las mujeres kurdas contra el estado-nación y con la lucha anti-imperialista de las mujeres palestinas con quienes hoy exigimos la libertad de la adolescente Ahed Tamimi. Lo vivimos con el paro internacional de 2017 realizado en 55 países, las movilizaciones del 3 de junio y 25 de noviembre en Argentina, y las marchas y acciones en muchísimos otros lugares del planeta”.
“Estamos acá porque también traemos con nosotras las experiencias, discusiones y lazos que hemos construido entre todas en los 32 Encuentros Nacionales de Mujeres. Y porque nos reconocemos en las luchas indígenas, populares y afrodescendientes: remarcamos el protagonismo de las mujeres en las luchas comunitarias por la vida y los territorios y en particular de las mujeres mapuches que enfrentan la ofensiva empresarial y represiva del estado argentino”.
- Para leer el documento completo: #NosotrasParamos