Nada de lo que prometió y argumentó el gobierno de Mauricio Macri a través de la figura de Juan José Aranguren para respaldar los tarifazos en el servicio eléctrico se han visto reflejados en la vida cotidiana de los porteños y bonaerenses.
En 2016, “Cambiemos” impulsó el aumento del precio de la energía asegurando que, de esa manera, se subsanarían los errores de la gestión anterior: las boletas de luz llegaron con aumentos de hasta el 200%.
En 2017, los incrementos tarifarios alcanzaron el 148% y, el 2018, arrancó con una fuerte suba del 24%: sin embargo, nada de esto se tradujo en mayor calidad, mejor atención y mejores respuestas.
Según las estadísticas que maneja el Ente Nacional de Regulación de la Electricidad (ENRE), tanto los usuarios de Edesur como los de Edenor padecieron cada vez más horas sin luz de 2015 a 2017.
“Entre los usuarios de Edesur, la duración acumulada de los cortes en horas promedio por usuario fue de 33,3 en 2015; subió a 36,3 en 2016 y volvió a subir a 37,0 en 2017. Para los usuarios de Edenor, en tanto, la duración acumulada de cortes en horas promedio por usuario fue de 27,0 en 2015; descendió algo en 2016 (26,8) y subió marcadamente en 2017, llegando a 32,6”, afirmaron desde “Nueva Ciudad”.
Para colmo, el verano del 2018 no fue nada mejor: hubo grandes interrupciones del servicio eléctrico y las fallas fueron constantes. No existe barrio en el ámbito porteño y el conurbano bonaerense que no haya sufrido cortes.