El incendio de Iron Mountain ocurrió el 5 de febrero de 2014, en un galpón ubicado en la calle Azara 1245, en Barracas. La firma se dedica a guardar archivos bancarios: entre sus clientes se encontraban los bancos HSBC y Patagonia, denunciados por lavado de dinero.

Las llamas devoraron millones de papeles que, se sospecha, daban pistas de millones de dólares fugados del circuito legal. En 2015, tras varios meses de investigación y denuncias de familiares de los diez fallecidos, finalmente la Policía Federal confirmó lo que muchos suponían: que el incendio fue provocado en forma intencional.

Según las pericias de los investigadores, el fuego se inició “por dispositivos colocados en cajas de cartón” y, además, se aplicó combustible para acelerarlo. El fuego en el interior del galpón ocasionó el derrumbe de una gran pared que aplastó a bomberos y rescatistas que combatían el incendio.

En el hecho murieron: el comisario inspector Leonardo Day, la subinspectora Anahí Garnica; los cabos Eduardo Adrián Conesa y Damián Véliz; los agentes bomberos Maximiliano Martínez y Juan Matías Monticelli, así como José Luis Méndez Araujo, Sebastián Campos, Facundo Ambrosi y el rescatista Pedro Barícolo, este último integrante de Defensa Civil del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

Los familiares, que aún buscan justicia, se reúnen como todos los 5 de febrero en la esquina de Quinquela y Jovellanos, en el barrio porteño de Barracas, para rendirles homenaje.

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