Mauricio Macri y Emmanuel Macron se reunieron en el Palacio Elíseo y el presidente argentino tenía un objetivo primordial: que el francés apruebe el acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea.

En nombre de los cuatro países que integran el bloque latinoamericano, el líder de “Cambiemos” jugó una de sus últimas cartas sobre la mesa: le dijo que el Mercosur está dispuesto a ceder cuotas de volúmenes exportables para preservar la vida del convenio bilateral.

A cambio, le exigieron a Macron que anuncie oficialmente que durante las próximas semanas se firmará el acuerdo político y siente las bases del tratado económico. Sin embargo, el galo se muestra reticente: aunque está a favor del comercio libre, duda del perjuicio que le traerá puertas adentro al sector agrícola francés.

Esta semana, incluso, dio un duro discurso contra el presidente argentino ante productores agropecuarios en el departamento Puy de Dome: “No podemos hacer acuerdos que favorecen a un actor industrial o agrícola a miles de kilómetros, que tiene otro modelo social o medioambiental y que hace lo contrario de lo que nosotros imponemos a nuestros propios actores. Es evidente que se tratará de un gran desafío, en particular para el sector de las carnes bovinas, porque permitirá hacer entrar volúmenes de carne sudamericana sin derechos de aduana a los países europeos”.

El tan esperado anuncio sobre el acuerdo no se concretó: ambos mandatarios afirmaron en conferencia de prensa que las negociaciones siguen en pie y que continuarán con las conversaciones la próxima semana en Bélgica.

“Es una oportunidad para ambas regiones, no la podemos desperdiciar. Este vínculo brindará oportunidades concretas de desarrollo en el comercio y le dará un salto a la integración entre ambos bloques regionales”, subrayó Macri.

El francés, por su parte, le puso un freno al optimismo del argentino y deslizó: “Francia tiene la obligación de respetar el sector bovino y un acuerdo podría ser desestabilizador para ese sector excelente”.

Vale la pena recordar que, tras el encuentro formal, Emmanuel Macron y su esposa, Brigitte Macron, cenaron con Macri y la primera dama, Juliana Awada, en el restaurante Guy Savoy, en La Monnaie de París, en los márgenes del Río Sena.

Comentarios

comentarios