La visita de Jorge Bergoglio a Chile estuvo marcada a fuego por las denuncias de abuso sexual a menores cometidas por el poderoso sacerdote pedófilo Fernando Karadima.

Aunque el mandamás de la Iglesia Católica pidió “perdón” en reiteradas oportunidades, generó resquemor en la sociedad chilena que se muestra junto a Juan Barros, obispo de Osorno, y acusado de encubrir a Karadima.

Este jueves, en su llegada a Iquique, el propio Papa Francisco habló del tema en una radio local: “El día que me traigan una prueba voy a hablar. Es todo una calumnia”, sentenció.

Vale la pena subrayar que Bergoglio se mostró junto a Barros en todas sus apariciones: en el Parque O’Higgins, en el oficio de Temuco y en Iquique.

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