Las causas, resoluciones y fallos judiciales siguen moviendo el amperímetro de las noticias en la última semana del año en la Argentina. Esta vez, el Tribunal Oral Federal N°6 (TOF 6) decidió concederle la prisión domiciliaria al genocida Miguel Etchecolatz: vivirá en el Bosque Peralta Ramos de la Ciudad de Mar del Plata.
El fallo recopila también el resto de las causas en las que se había encontrado culpable de crímenes de lesa humanidad al represor: en seis de los procesos ya tenía domiciliaria y, en el restante, le habían ordenado la libertad.
Además, los jueces determinaron que “se prohíbe la tenencia de armas de cualquier tipo en el domicilio consignado para cumplir el arresto”.
Aclaraciones de los jueces José Martínez Sobrino, Julio Panelo y Fernando Canero: “los graves delitos por los que está siendo actualmente juzgado no autorizan a desoír las garantías impuestas por nuestra Constitución Nacional”. pic.twitter.com/irtJ7AQzUV
— Sol RodriguezGarnica (@SolRGarnica) 27 de diciembre de 2017
Vale la pena recordar que, durante todo el 2016, el represor buscó por distintos medios obtener el beneficio de la prisión domiciliaria: pese a que logró que algunos magistrados se la avalaran, el repudio de los organismos de derechos humanos y el minucioso trabajo de investigar sus presentaciones judiciales lograron evitarlo.
En mayo de 2017, el fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación le abrió otra ventana para salir de la cárcel. Una vez más, el amplio rechazo de la opinión pública, la comunidad internacional y la sociedad, así como también la decisión de la mayoría de los fiscales de no avalar la decisión del máximo tribunal, volvieron a impedir que Miguel Etchecolatz camine libre por la calle. En esa oportunidad, el juez Germán Castelli, como magistrado de ejecución, decidió no hacer lugar a un nuevo cómputo de pena en función de la llamada “Ley de 2×1” planteado por la defensa.