La muerte de Rafael Nahuel en manos del “Grupo Albatros” de la Prefectura desató un nuevo vendaval de críticas contra el gobierno de Mauricio Macri y, fundamentalmente, el uso que hace de las fuerzas de seguridad a través del ministerio que conduce Patricia Bullrich.

En las últimas horas, y según la abogada Sonia Ivanoff, las autoridades nacionales sufrieron un nuevo revés: las pericias preliminares sobre Fausto Jones Huala y Lautaro Alejandro González, los dos jóvenes mapuches que continúan detenidos, “descartaron la presencia de pólvora en las manos”.

“Esa prueba se hizo el primer día de la detención de los jóvenes. Si bien resta una prueba de fondo para confirmar la ausencia de rastros de disparos, los primeros indicios contradicen la versión que dio Prefectura sobre un supuesto enfrentamiento y que habían recibido un ataque con armas de fuego”, explicó la letrada.

Vale la pena recordar, asimismo, que la causa que lleva adelante el juez federal subrogante Gustavo Villanueva en torno al asesinato de Rafael Nahuel se encuentra con “secreto de sumario”.

Hasta el momento, tanto el Ministerio de Seguridad como la primera plana del gobierno de Mauricio Macri sostienen la versión de un ataque “con armas de grueso calibre” por parte de la comunidad mapuche en Villa Mascardi.

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