“No nos dijeron que murieron pero nos dicen que están a 3.000 metros. Son unos desgraciados. A mí no me importa que me hagan nada, quiero que se sepa todo”, aseveró Itatí Leguizamón, esposa de un tripulante, ante las cámaras.

“Son unos desgraciados perversos. Nos tuvieron acá una semana. Están rompiendo todo adentro. ¿Cómo no van a tener bronca? Si alguien te mintió: ¿Cómo no van a reaccionar? A mí no me cierra por qué dijeron que era una falla leve, después un incendio, después una explosión”, agregó con dureza y tristeza la mujer.

“El parte ni siquiera terminaron de leerlo porque la gente se les abalanzó encima. Son unos desgraciados. Inauguraron en el 2014 un submarino pintado por fuera nada más”, remató Itatí en medio de una treintena de periodistas apostados en la Base Naval de Mar Del Plata.

Unos minutos antes, Enrique Balbi, vocero de la fuerza, confirmó ya no se trata sólo de un tema de baterías, como supusieron en un principio: “Se registró un evento anómalo, violento y no nuclear consistente con una explosión”, aseveró en conferencia de prensa.

¿De dónde proviene esta “nueva información”? El gobierno de Mauricio Macri recibió la noticia a través del embajador argentino en Austria: la confirmación por parte de un organismo nuclear austríaco y de un informe elaborado por los Estados Unidos son las únicas “certezas” que se tienen por el momento.

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