En una semana movida para el gobierno, el presidente encabezó la reunión de “gabinete ampliado” en el Centro Cultural Kirchner (CCK), el mismo donde anunció los “consensos básicos de gobierno” el último lunes.
Ante el grueso de funcionarios gubernamentales, Mauricio Macri intentó “bajar a la tierra” con su discurso la euforia de su espacio: “En esta Argentina con tanta demanda y angustias no hay tiempo para festejar”, disparó.
Tras pedirles “austeridad”, el mandatario argentino agregó bajo la mirada atenta de los presentes: “Cada uno tiene que ceder un poco, no hay otra solución. Por eso nosotros tenemos que ser impecables”.
“No es verdad que porque el déficit fiscal sean números enormes se justifiquen un cargo más, un auto más, un celular más, un viaje más. Cada vez que dejamos pasar eso fallamos en nuestra capacidad de liderar”, explicó Macri.
Por último, habló sobre corrupción y sentenció: “Voy a ser impecable con el tema de la ética, no puede haber un mínimo desvío”.