La cantidad de kilómetros de subte construidos en la República Argentina deja mucho que desear: el transporte preferido de las metrópolis más grandes del mundo fue perdiendo terreno desde mediados del siglo XX y, recién en el siglo XXI, parece volver a tomar impulso.
Para ello, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires deberá poner manos a la obra con una construcción que, a priori, no trae resultados rápidos y concretos – “electorales” – pero que, a la larga, impactará positivamente en la vida de los usuarios y los habitantes de la ciudad.
En las últimas horas se conoció, a través de una nota en “La Nación”, que la administración de Horacio Rodríguez Larreta está evaluando la construcción de la Línea “F”, que correrá de Constitución a Palermo sin la necesidad de realizar transbordos en el medio.
En 2001, fue la propia Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires la que estableció que la Capital Federal debía contar con este ramal: 15 años después, recién ahora las autoirdades piensan en avanzar con los estudios de factibilidad técnica y financiera para concretar la obra.
En caso de que se de, los expertos sostienen que la misma no comenzará hasta antes del 2020: los trabajos demandarían una inversión de casi US$ 1050 millones, a razón de US$ 120 millones por kilómetro. Construida, la nueva línea llegaría a recibir hastaa medio millón de pasajeros diarios.