El mediocampista de Boca fue, en las últimas semanas, uno de los jugadores más pedidos por la prensa para estar en esta doble fecha de eliminatorias crucial para la Selección Argentina.

Aunque se sabía que Fernando Gago arrastraba molestias del último encuentro jugado con la camiseta “xeneize”, nadie pensó en en un final así.

El jugador duró solamente 7 minutos en la cancha luego de ingresar en el segundo tiempo por Ever Banega: al disputar la pelota con un rival, el volante pisó mal en un giro y quedó tendido en el suelo. Inmediatamente pidió el cambio.

Al entender que su lesión había sido en la rodilla derecha, sabiendo exactamente qué tenía y luego de que los médicos le pidan que salga de la cancha, Gago se rebeló: les gritó que lo venden, que iba a seguir. Y lo intentó durante algunos segundos donde casi no podía trotar.

“Me rompí el cruzado”, le dijo a la “Pulga” en medio del encuentro cuando este alcanzó a preguntarle. La dura lesión, que le demandará muchos meses, lo marginará de las canchas y, tal vez, lo haga hasta pensar en el retiro del fútbol profesional.

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