En el día de ayer se produjo un sismo de 7,1 grados en la escala de Richter, dejando al momento 225 víctimas fatales e innumerables pérdidas materiales.
El epicentro fue en el límite de las ciudades de Morelos y Puebla, donde se registraron los mayores daños materiales y la mayor cantidad de pérdidas humanas, además de cortes en el suministro eléctrico, fugas de gas e interrupción del servicio del metro y de telefonía. Este terremoto llegó casi dos semanas después del que sufrieran en la ciudad cercana de Chiapas, el cual fue de 8.1 y dejó un total de 196 fallecidos.
El presidente Enrique Peña Nieto ordenó la instalación de un comité de emergencia, al mismo tiempo que las fuerzas armadas se movilizaron a los 44 lugares colapsados para garantizar la seguridad de todos los ciudadanos, muchos de los cuales han iniciado las primeras tareas de asistencia y socorro a los afectados.
Cabe destacar que ayer se cumplían 32 años de uno de los peores terremotos que recuerdan los mexicanos. En aquella oportunidad el sismo había registrado una magnitud de 8,1 dejando miles de muertos.