Paula Urroz, diputada del PRO, dio a conocer un proyecto titulado “Consentimiento informado en materia de vacunación”. En el mismo se da por terminada la obligatoriedad de la vacunación a menores de edad y le da a la persona a cargo del menor de aceptar o no las vacunas.

Desde que salió a la luz, diversas sociedades científicas vinculadas con la pediatría, la inmunología y la infectología, como la Sociedad Argentina de Pediatría, la Fundación Huésped, la Sociedad Argentina de Inmunología y la Sociedad Argentina de Infectología, entre otras, expresaron su desacuerdo.

“La vacunación, luego de la potabilización del agua, es el hito sanitario que más vidas ha salvado en el mundo a lo largo de la historia de la humanidad. Las vacunas son altamente efectivas en lograr prevenir algunas de las enfermedades infectocontagiosas más peligrosas que amenazan a los seres humanos. En este sentido, los programas de vacunación sistemática han permitido disminuir la mortalidad y secuelas producidas por muchas enfermedades inmunoprevenibles que hasta hace menos de 100 años eran un flagelo para la sociedad”, advirtieron a través de un comunicado.

“Vemos con mucha preocupación que nuestros representantes del Poder Legislativo propongan medidas tendientes a modificar la ley vigente. Consideramos que esto indudablemente significará un retroceso en política sanitaria, con serias consecuencias potenciales para la salud de nuestra población y las futuras generaciones. El sólo hecho de que un niño pueda quedar desprotegido por falta de vacunación representa un peligro social, ya que no sólo él queda vulnerable sino que también pone en riesgo a sus semejantes al no contribuir a la inmunidad general de la población”, agregaron.

El repudio y el rechazo fue tal que desde el oficialismo tuvieron que aclarar que el proyecto “no tiene el respaldo de la mayoría de sus compañeros de bloque ni de la Comisión de Salud de la Cámara Baja”.

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