Uno de los momentos más esperados por el espectro político finalmente llegó: tras meses de incertidumbre, rumores, versiones e idas y vueltas, Cristina Fernández de Kirchner presentó un frente electoral para competir en la Provincia de Buenos Aires.

Desde temprano, miles y miles de personas se acercaron hasta el Estado de Arsenal de Sarandí en la localidad bonaerense de Avellaneda.

La cancha del club fundado por la familia Grondona se llenó rápidamente y dejó sin lugar a muchos que debieron conformarse con escuchar y mirar desde los alrededores.

En términos generales, todos los militantes y seguidores que se acercaron a escuchar a Cristina Kirchner respetaron su pedido de concurrir con banderas argentinas, dejando de lado las identificaciones partidarias.

Antes de que la ex mandataria se asomara al escenario montado en el estadio, los organizadores decidieron leer una serie de cartas de apoyo, incluida una de Estela de Carlotto, titular de Abuelas de Plaza de Mayo.

Alberto Rodríguez Saá, gobernador de San Luis e integrante del frente “Unidad Ciudana”, señaló: “Me resulta físicamente imposible estar en el acto, pero me siento presente con los ideales de unidad, de lucha, lo más triste que le puede pasar a nuestra Patria es la perdida de empleo, viva la resistecia peronista, las luchas sociales, viva el pueblo peronista y la unidad, viva el frente de Unidad Ciudadana”.

A las 15.15, Cristina Fernández de Kirchner subió al escenario y pidió que todos les muestras sus banderas argentinas: “Esas me gustan más. Argentina para todos”, vociferó.

“Les había pedido que cada uno viniera con su bandera porque de esta manera podemos vernos y podemos escucharnos, mirarnos a los ojos. Algo que tanta falta nos hace a los argentinos. Sentir lo que le está pasando al otro. Todos conocemos a alguien que tiene problemas de trabajo. Como si fuera poco, además de la deuda que se ha contraído en este año y medio nos quieren dar cien años más de deuda”, agregó.

“El insulto y el agravio déjenselo a ellos. Nosotros tenemos que organizarnos porque además de los precios, las tarifas, el desempleo, la deuda, tenemos jubilados que no tienen para los remedios. No les voy a contar nada que no sepan. Hay que canalizar esta fuerza, esta decisión ciudadana en organizar a la sociedad”, prosiguió la ex presidenta.

“Esta es una etapa histórica de agresión neoliberal a todos los estamentos políticos. Acá no podemos diferenciar entre partidos políticos. Cuando van al supermercado no les cobran menos si sos del PJ, de la UCR o del Partido Comunista. Cuando vienen las delirantes boletas de servicios vienen con el escudito de Edenor, no de un partido político”, remató con dureza.

“Vengo a poner el cuerpo, la cabeza y el corazón. Vengo a sumar a este espacio porque esta preocupación, esta indignación y tristeza que también recorre a la sociedad me conmueve también. No me parece justo que estemos sufriendo. No me parece justo que nos hayan desorganizado la vida: la gente tenía su sueldo, sabía que podía ahorrar, sabía que podía ahorrar para vacaciones, para comprar los materiales para la casa. Eso es lo que han venido a romper. Nos han desorganizado la vida. La gente tenía proyectos”, apuntó.

“Necesitamos ponerle un freno a este gobierno para parar el ajuste. Y las próximas elecciones son parlamentarias. No confundamos ni le hagamos el juego a los que intentan confundir hablando del pasado. Claro que tenemos pasado, no nací de un repollo, el problema que tenemos es que con ellos no tenemos futuro. Esta ‘Unidad Ciudadana’ tiene que representar los problemas de todos”, sentenció.

Tras esto, Cristina Kirchner presentó y subió al escenario a una serie de personas que en el último año y medio sufrió las distintas medidas del gobierno de Mauricio Macri: científicos, cuentapropistas, inmigrantes, trabajadores, docentes y cooperativistas.

“Por la propia endogamia de los partidos los dirigentes se creen más importantes que la sociedad. Quiero volver a formar parte de un movimiento que le importen los que sufren, los que necesitan. Que le importen los comerciantes que tienen que levantar las persianas todos los días, los empresarios que tienen que dar trabajo. Esta es la Argentina que queremos. Esto es Unidad Ciudadana. No hay que bajar los brazos”, concluyó.

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