Desde que la franquicia llegó a California, ni en 1975 ni en el 2015, los fanáticos de los Golden State Warriors pudieron gritar campeón en casa: la primera vez fue en Washington y la segunda en Cleveland.

La tercera, como dicen, es la vencida: de la mano de Stephen Curry y Kevin Durant – sin olvidar los grandiosos aportes de Klay Thompson y Draymond Green – ganaron el tecer anillo de la NBA como locales derrotando a Lebron James e Kyrie Irving.

En una serie frenética, de alto ritmo y calidad extraordinaria, los californianos lograron cerrarla en el quinto juego (4-1): se llevaron el partido por 129 a 120.

Para colmo, en la temporada han roto récords históricos: por ejemplo, superaron la marca de Los Ángeles Lakers de Magic Johnson y Kareem Abdul-Jabbar, al sumar su 14 victorias consecutivas en los playoffs luego de conseguir su segundo triunfo en la serie sobre los Cleveland Cavaliers.

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