Luego de que David Cameron le dejara su lugar tras el #Brexit, la primer ministra británica repitió en incontables ocasiones que no llamaría a elecciones tras llegar al número 10 de Downing Street.
Los tres ataques terroristas que sufrieron Londres y Manchester en estos últimos meses, el descontento social con el gobierno y el establishment político sumado a una creciente incertidumbre en torno a cómo saldrá parado el Reino Unido tras abandonar la Unión Europea (UE) surtieron sus efectos en las urnas.
Los primeros sondeos a boca de urna tras el cierre de los comicios británicos levantaron polvareda: indicaron una victoria de los conservadores, liderados por Theresa May, aunque sin conquistar una mayoría absoluta de bancas.
Esta ha sido la composición de la Cámara de los Comunes británica desde 1886. Hoy habrá que añadir una línea más. #GE2017 pic.twitter.com/8IkSAHQQ96
— elOrdenMundial S.XXI (@elOrdenMundial) 8 de junio de 2017
El correr de las horas lo confirmó: el oficialismo se quedó con 318 bancas de las 650, perdiendo mayoría para formar gobierno por sí solo y, así, también la chance de encabezar las negociaciones con los líderes europeos de cara al #Brexit con fuerza.
La estupenda elección de Jeremy Corbyn dejó a los laboristas, con 261 bancas; el Partido Nacional Escocés, con 35; y los Liberales Democráticos con 12.