El “Millenium Stadium” de Cardiff fue el escenario elegido por la UEFA para que el equipo de Zinedine Zidane y el de Massimiliano Allegri se saquen chispas por la “orejona”.

Ambos ya ganadores en sus respectivas ligas, tanto el Real Madrid como la Juventus buscaban cerrar con el broche de oro la temporada: el conjunto “merengue” anhelando la duodécima coronación europea y la “Vecchia Signora” yendo por el triplete.

El partido arrancó trabado, con los dos equipos presionando y sin dejar muchos resquicios por donde atacar. Sin embargo, la Juventus fue quien llegó con más peligrosidad antes de los primeros diez minutos: Pjanic, desde afuera del área, sacó un lindo remate de derecha que Navas controló abajo.

A los veinte minutos el Real Madrid sacó a relucir toda su calidad individual y colectiva en una misma jugada: un giro de Modric en la mitad de la cancha y un par de lindas gambetas de Toni Kroos encontraron a Cristiano Ronaldo solo, este se la pasó a Carabajal y, tras la asistencia de este, el crack portugués definió a la red para poner el 1 a 0.

Cuando peor la pasaba el equipo italiano llegó el empate: Higuaín le bajó a Mandzuckich una pelota en el punto penal y este, de espaldas y de aire, sentenció el 1 a 1.

A partir de ahí el partido entró en un declive: ni Dybala o Pjanic, en la Juventus, ni Isco, Modric y Kroos, en el Real Madrid, lograron ser protagonistas y manejar la pelota por lo que la primera parte terminó con más lucha que juego.

El segundo tiempo arrancó siendo todo del Real Madrid: el conjunto “merengue” empezó a dominar las pelotas divididas y a manejar la mitad de la cancha a gusto.

El segundo gol llegó luego de varios minutos de desbordar y tirar centros al área: un rebote que le quedó a Casimiro termino pegando en un defensor italiano y colándosele a Buffon  junto al palo.

Un par de minutos más tarde vino el golpe de gracia: Modric recuperó una pelota en ataque y tiro un centro precioso al pie de Cristiano Ronaldo para que el portugués duerma a la defensa y ponga el 3 a 1.

El partido, desde ahí, cambió definitivamente: los de Allegri no pudieron remontar el desarrollo del encuentro, no le encontraron la vuelta al planteo del Real Madrid y progresivamente fueron perdiendo las esperanzas.

La salida de Paulo Dybala y la expulsión de Cuadrado un rato más tarde fueron el desenlace natural de la superioridad “merengue”: en tiempo de descuento, Asencio selló el 4 a 1.

Con este resultado, el Real Madrid se convirtió en el primer equipo en ganar la Champions League por segundo año consecutivo y, además, sumó a su palmarés la duodécima copa europea.

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