En los últimos días, Donald Trump calificó al líder norcoreano, Kim Jong-un, de “joven astuto” e instó a China a “reforzar su influencia” sobre Corea del Norte para que ponga fin a su programa de ensayos nucleares.
Sin embargo, la movida está lejos de bajar las tensiones: Pyongyang reconoció que trabaja para “acelerar su programa de armas nucleares” por las agresiones recibidas por parte de os Estados Unidos.
En esta línea, confirmaron que “en cualquier momento” realizarán un nuevo ensayo, lo que subiría todavía más de tono la crisis que mantiene en vilo a la península.
El diario KCNA, por su parte, señaló que “la provocación militar norteamericana ha llevado la situación al borde una guerra nuclear”.
Para colmo, la decisión de Corea del Sur y del gobierno norteamericano de instalar un sistema de defensa anti-misiles (THAAD) en la frontera se encontró con la oposición de China que, además, rechazó usar su “influencia económica” para desestabilizar al régimen norcoreano.
