Pep Guardiola contra José Mourinho; Manchester City contra el Manchester United: uno de los clásicos más importantes del fútbol inglés tenía condimentos de sobra para llevarse las miradas en un jueves repleto de fútbol alrededor del mundo.

Pese a ello, la primera parte fue decepcionante en el plano futbolístico. El equipo dirigido por el portugués se mostró muy cera de su arco, apelando a la velocidad y la técnica de Rashford para complicar al City de contra.

Los locales, por su parte, fueron más peligrosos pero poco creativos y punzantes en los últimos metros: sólo el “Kun” Aguero, a costa de sus desmarques y de aguantar la pelota de espaldas, pudo darle algo más de potencia a los ataques.

El ex jugador de Independiente pegó un tiro en el palo a los diez minutos del primer tiempo y, cuando promediaba esta etapa, sacó un derechazo furibundo que De Gea controló con excelencia.

La segunda parte fue aún más aburrida: el nivel de ambos equipos decayó notablemente y las escasas situaciones de gol estuvieron lejos de la peligrosidad de los primeros intentos. Ni la pérdida de un hombre en la visita pudo desequilibrar el juego.

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