“Hubo un par de meses donde se combinaron varias cosas, meses más complicados en lo económico, por hechos políticos que se iban sucediendo, tal vez fallas nuestras en términos de transmitir más claramente lo que queríamos decir. Creo que a partir de marzo se combinaron las cosas al revés”, aseguró el Jefe de Gabinete en diálogo con Infobae.
“Por un lado, mejoras en lo económico y también una actitud del presidente y de todo el gobierno en sus convicciones, en términos de por qué estamos acá, para qué estamos acá, qué es lo que está en juego en la Argentina. Eso, junto a que la obra pública viene avanzando, cosas que no empezaron a verse más allá de las promesas, nos sirvió para recuperar apoyo de muchos argentinos que quieren un cambio, que quieren que nos vaya bien. Es lo que se reflejó en un hecho muy importante simbólicamente, un antes y un después, esa marcha del 1 de abril”, agregó.
“Hubo un intento de poner mucha carga en las protestas, en los conflictos. Lejos de debilitar al gobierno, o al cambio –algo mucho más profundo– hubo una reacción de la sociedad para que nadie crea que puede llevarse puesto un sistema democrático”, sentenció Marcos Peña.
“El año pasado fue difícil, sobre todo el primer semestre. Fue un sacudón grande, donde también hubo una toma de conciencia. Me parece que mes a mes se va a ir despejando el temor de que estamos entrando en una crisis. Se verá que estamos haciendo lo necesario para salir de la crisis, para que crezcamos, para vivir mejor. Es natural que haya gente que tenga sus dudas”, aseveró el ministro coordinador.
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