En diálogo con “Letra P”, el Premio Nobel de la Paz se refirió a varios puntos, conflictos y coordenadas centrales que atraviesan de par en par a la Argentina: los derechos humanos, la inflación, el desarrollo, la megaminería y las inundaciones.

“El gobierno no está cumpliendo con lo que debe cumplir. Primero, llamar a paritarias, que es lo que reclaman los docentes. Ya de por sí esto deriva en serios cuestionamientos al gobierno, que se niega a llamar a paritarias contra el derecho de los docentes. Tiene que solucionar el grave problema que están pasando con el proceso inflacionario”.

“El gobierno no puede seguir atacando y reprimiendo las protestas sociales, porque eso es un derecho del pueblo. Esto está llevando a generar mayor tensión social y política. A mí lo que me extraña de todo esto son los aliados del gobierno; el aliado del PRO es el radicalismo. (…) Está siendo absorbido por un gobierno, que se va perfilando cada vez más como de extrema derecha”.

“La política de exclusión de los sectores populares es la política neoliberal que privilegia al capital financiero sobre la vida del pueblo. Un dato muy concreto: lo primero que hizo Macri fue bajarles las retenciones a las empresas mineras, que están haciendo un daño ambiental enorme. Se llevan todo y no dejan nada. Después, las retenciones al campo, cuando esos capitales podrían ir a las obras sociales, al trabajo, a mejorar los salarios. Hay un proceso inflacionario galopante”.

Sobre los 30 mil desaparecidos: “Hacen un problema de números y no de contenidos. ¿Alguien les preguntó a las comunidades judías si el holocausto fue de cinco, tres, seis millones? ¿Alguien les preguntó a los armenios si la represión con los turcos en Armenia fue de un millón y medio de muertos o un millón? El problema no es numérico, es de contenido, valores, de cómo se han violado los derechos de los pueblos. Entonces, lo que están haciendo es tratar de minimizar todo lo que ha sido y es la lucha de los derechos humanos en Argentina”.

“Eso no solo es negacionista, sino que también se trata de cortar todo lo que son las organizaciones estatales, fundamentalmente, que tienen que ver con los derechos humanos. Y no hay que limitar los derechos humanos a la dictadura. Hay que ver los niños que hoy mueren de hambre con enfermedades evitables, la falta de recursos para la salud, la educación; hay chicos que no tienen acceso a la escuela”.

“Otro tema: no hay que confundir desarrollo con explotación. Desarrollo es lograr un equilibrio entre las necesidades del pueblo con la madre naturaleza, los bienes y los recursos. La explotación es cómo están saqueando hoy. Todas estas grandes inundaciones son producto de la explotación, la devastación de los bosques, la plantación de la soja que impermeabiliza los campos y genera los monocultivos. Esto es grave”.

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