El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, visitó este último domingo la zona desmilitarizada de cuatro kilómetros que separa a las dos Coreas en un momento de máxima tensión con Pyongyang debido a los ensayos armamentísticos.
Aunque evitó dar demasiadas pistas sobre los pasos que tomará su gobierno, aseguro que Donald Trump tiene la “determinación”, al igual que el pueblo norteamericano, de terminar con el programa nuclear norcoreano.
“Queremos solucionar la situación a través de medios pacíficos, a través de negociaciones; pero la paciencia estratégica se agotó y todas las opciones están sobre la mesa. Queremos ver un cambio”, advirtió Pence.
“Cualquier tipo de uso de armas nucleares será respondido de forma concreta, efectiva y de manera abrumadora”, sentenció luego de que se conociera que el régimen de Kim Jong-un falló al lanzar un misil el sábado.