La extensión de la frontera agrícola, la creciente sojización que se expande sin miramientos hacia el norte del país; la consecuente tala y desmonte de bosques; la pérdida de humedales, los megaemprendimientos inmobiliarios y un modelo productivo extractivo han conducido a la Argentina a esta situación desesperante: medio país se encuentra bajo el agua.

“Estamos en una verdadera emergencia ambiental como consecuencia del modelo sojero implantado”, aseguró Enrique Viale, presidente de la Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas (AAA), para “Sputnik”.

“En los últimos 25 años se desmontaron 8 millones de hectáreas de bosques nativos y se destruyeron humedales, cuando son superficies necesarias para soportar los fenómenos extremos que se viven como consecuencia del cambio climático”, explicó uno de los referentes locales en materia medioambiental.

“Argentina se convirtió en un gran experimento masivo: es uno de los países con mayor superficie cultivada de soja transgénica y eso que requiere del uso de más agroquímicos, lo que está provocando una situación desconocida en el mundo”, remató.

En Salto, una de las localidades bonaerenses más afectadas por las inundaciones, hasta el propio intendente Ricardo Alessandro reconoció:”Hay un despliegue ecológico a través de lo que le ponemos al planeta. Nosotros no tenemos vacas, somos parte del cinturón sojero, aportamos el 9% de la producción de soja del país. Sembramos soja hasta en las macetas y eso está afectando un poco, habría que hablar con los entendidos a ver qué pasa”.

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