TOPSHOT - Argentina's Lionel Messi reacts during the Copa America Centenario final in East Rutherford, New Jersey, United States, on June 26, 2016. / AFP PHOTO / ALFREDO ESTRELLA

De manera insólita, el astro argentino fue “suspendido de oficio” por cuatro fechas tras insultar a un juez de línea: no jugará contra Bolivia.

Todo parecía relativamente en calma luego de la trabajosa victoria ante Chile en el “Monumental”: la Selección Argentina volvía a estar entre los clasificados para el Mundial de Rusia 2018 y, poco a poco, la presión sobre el equipo comenzaba a disiparse.

Sin embargo, de modo imprevisto llegó una sanción de la FIFA que lo cambió todo: la entidad rectora del fútbol mundial decidió suspender al crack rosarino por insultar a uno de los jueces de línea al término del partido.

La sanción, por donde se la vea, es ilógica: la terna arbitral nunca informó que Lionel Messi los insultó ni se mostraron ofendidos; sin embargo, la federación se apoya en “imágenes televisivas” para marginarlo de los campos de juego con la camiseta “albiceleste”.

Desde el Comité Disciplinario argumentaron que se decidió actuar de oficio “por el estado público que tomaron las imágenes”. No obstante, resulta curioso que la misma no se aplique en los miles de casos que se suceden por fin de semana a lo largo y ancho del globo terráqueo.

Las complicaciones para Edgardo Bauza ahora son mayúsculas y las estadísticas lo demuestran: en estas eliminatorias, con Messi en cancha, la Selección Argentina ganó 5 de los 6 partidos que disputó; por otro lado, en los 7 encuentros que disputó sin él perdió 2, empató 4 y ganó tan sólo 1.

El crack argentino, para colmo, se perderá una seguidilla de partidos claves ante la dura sanción: contra Bolivia, Uruguay, Venezuela y Perú.

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