Casi todas las semanas, el matutino fundado por Bartolmé Mitre da lugar a voces que propugnan la teoría de los dos demonios, atacan a los DDHH y realzan a las FFAA.

En un editorial titulado “Hechos, no palabras”, “La Nación” volvió a sacar a relucir su negacionismo y su férrea postura de atacar a las organizaciones de derechos humanos tildándolas de “corruptas”.

“Cuando todavía era candidato a la presidencia de la Nación, Mauricio Macri aseguró que, de acceder al gobierno, con él se acabaría “el curro de los derechos humanos” (…) distintos sectores de la población aprobaron esta afirmación de un cambio de rumbo desde una mirada dirigida a revisar la trascendencia histórica de los años 70, luego de 12 años de administración kirchnerista en los que el fiel de la balanza fue inclinado falazmente hacia un extremo. Sin embargo, transcurridos 15 meses de gobierno, aquella promesa sigue incumplida”, aseveraron desde las páginas del diario.

Tras criticar a la justicia por su “imparcialidad” y postular que las lecturas del pasado vigentes están habitadas “sólo por sangrientos militares e inocentes guerrilleros”, en la columna afirman: “La brutal represión con que los gobiernos militares repelieron localmente el terrorismo merece asimismo una mirada ecuánime y sin amputaciones ni ánimo vengativo, dirigida a encontrar la verdad y a castigar por igual a unos y a otros por todo aquello que se hizo al margen de la ley desde ambos bandos”.

Sin tomar en cuenta la gran cantidad de represores, torturadores y violadores de los derechos humanos que actualmente se encuentran beneficiados por el régimen de prisión domiciliaria – aproximadamente el 41%, un número más que elevado respecto de lo que ocurre con perpetradores de otros delitos – en el editorial vuelve a pedirse “ecuanimidad” de trato como si fueran presos comunes, olvidando también la cantidad de fugas que se han producido de los hospitales.

“Manteniendo la forzada argumentación del peligro de fuga y desconociendo razones humanitarias, no ha habido cambios en el tratamiento a los detenidos: tanto a los condenados como a los procesados se les niega el derecho constitucional a la prisión domiciliaria en razón de su edad o estado de salud. Como reiteradamente denunciamos desde estas columnas, personas de más de 70 años, en muchos casos enfermas, no reciben la debida atención”, esgrimen desde las páginas del diario.

Por último, y bajo el pretexto de “no anclarse al pasado”, se le pide a Mauricio Macri que “retome” sus promesas para proceder a la “pacificación” del país.

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