La pelea con los docentes por las paritarias desataron una serie de discusiones insólitas: ahora el gobierno bonaerense recula con el “voluntariado”.
La jugada política de María Eugenia Vidal para intentar presionar a los docentes bonaerenses con un “voluntariado espontáneo” que “surgió en las redes sociales” quedó desactivado y desacreditado con el correr de los días.
No sólo porque la campaña la empezó Mariano Bronenberg, un militante de “Cambiemos” relacionado con el PRO y militar vinculado a los servicios de inteligencia (Batallón 601) durante la última dictadura cívico militar, sino por la cantidad de cuestiones ilegales y éticas que el reemplazo de maestros profesionales por “voluntarios” significaba.
Finalmente los “60.000” voluntarios que decía Mariu no eran inscriptos sino un conteo de tuits. #HumoVidal pic.twitter.com/22VbXhblXx
— Ernest Scribbler (@e_scribbler) 3 de marzo de 2017
Ante el rechazo de la opinión pública, el gobierno bonaerense debió ir retrocediendo hasta reconocer que “no se le puede cambiar el docente a un chico”. Sin embargo, Vidal insistía con la convocatoria a estos supuestos “60.000 voluntarios” para que den “apoyo escolar” en comedores, municipios, asociaciones vecinales y clubes de barrio.
Ahora, en una conferencia de prensa, la mandataria tuvo que ir todavía un paso más atrás: se sinceró al contar que no hay tal cantidad de personas dispuestas a formar parte del “voluntariado” sino que hubo, simplemente, “60.000 tweets”.
“Hemos puesto un registro público porque vamos a evaluar caso por caso. Nos vamos a poner en contacto con ellos. Hubo 60.000 tweets, por lo que hay que contactar persona por persona. No es algo que va a empezar el día lunes”, señaló.