La situación de violencia desborda a los hospitales públicos: esta vez los trabajadores del Ramos Mejía debieron lanzar un paro por 24 horas.

El Hospital Ramos Mejía, ubicado en Urquiza al 609, está de paro: los trabajadores reclaman mayores medidas de seguridad luego de un nuevo hecho que puso en peligro su integridad física.

El último sábado, un grupo de personas ingresó al nosocomio con violencia y algunos enfermeros resultaron agredidos y amenazados con armas blancas.

“Tras la muerte de una paciente, cuatro personas agredieron con golpes de puño a cuatro compañeros y los amenazaron con cuchillos. Necesitamos más seguridad para no lamentar una muerte. La vigilancia privada no alcanza”, relató Claudio Gómez, delegado.

“No es la primera vez que pasan situaciones de violencia con los trabajadores de la salud en nuestro hospital. Lo mismo ha ocurrido en el Hospital Fernández y en el Hospital Santojanni”, agregó.

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