La cancillería argentina presentó una nota ante la Embajada del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte manifestando su repudio ante los hechos.

Las informaciones sobre actos de vandalismo ocurridos en el “Monumento a la memoria de los soldados argentinos caídos en el Conflicto del Atlántico Sur”, ubicado en el cementerio de Darwin, en las Islas Malvinas, desató la bronca de familiares y el rechazo gubernamental.

El hecho fue denunciado por Sebastián Socodo, ciudadano argentino residente en la Isla Soledad y encargado del mantenimiento y cuidado del Cementerio de Guerra y Monumento a los Caídos en Malvinas del Cementerio de Darwin.

“Los daños al Monumento, cuya construcción fue posible gracias a la Declaración Conjunta suscripta por la República Argentina y el Reino Unido el 14 de julio de 1999, resultan particularmente lamentables teniendo en cuenta la reciente firma por ambos Gobiernos de los instrumentos que permitirán, con la colaboración de la Cruz Roja, la identificación de los soldados argentinos inhumados sin identificar en el cementerio de Darwin”, aseveraron desde Cancillería en un comunicado.

“Dicho acuerdo, un avance significativo en tan sensible cuestión humanitaria, no se condice con la intolerancia y violencia demostrada por quienes atentaran contra el lugar de descanso de los combatientes argentinos caídos en 1982, advirtieron. “El gobierno rgentino reafirma una vez más sus legítimos derechos sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes, que son parte integrante del territorio nacional”.

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