La administración de Horacio Rodríguez Larreta junto a la jefatura de la Policía de la Ciudad dispusieron una nueva reforma policial.

Luego de un fin de año agitado por casos delictivos y de un principio de año con varios frentes abiertos a la vez, como la nueva Policía de la Ciudad y la reticencia de algunos efectivos o el desalojo a los “manteros”, el Gobierno de la Ciudad decidió meter mano en las comisarías.

El gobierno porteño y el jefe de la Policía de la Ciudad, José Potocar, dispusieron una reforma que incluye la designación de nuevos autoridades en todas las comisarías y circunscripciones del distrito.

Pese a ello, esto no implica el desplazamiento o la baja de todos los jefes policiales: en la mayoría de los casos se trata de la reubicación de comisarios y autoridades de una seccional a otra.

La situación que se vive todavía es de incertidumbre: al menos hasta que se de la unificación definitiva de las distintas fuerzas, las tensiones entre la Policía Federal, la Policía Metropolitana y la flamante Policía de la Ciudad tienen en vilo a los funcionarios porteños.

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