Los deseos del presidente del organismo, Gianni Infantino, se hicieron realidad: los participantes de la Copa del Mundo crecerán exponencialmente.

El fútbol siempre se adapta con rapidez a los nuevos tiempos: bajando emociones y competitividad por un mayor rédito lucrativo, la FIFA aprobó que, desde el 2026, sean 48 las selecciones que puedan disputar la Copa del Mundo.

La decisión se aprobó en una reunión que mantuvieron en Zurich treinta miembros del Consejo de la FIFA: entre otras razones, adujeron que “los ingresos por derechos televisivos aumentarían en 505 millones de dólares y los derivados de la mercadotecnia en otros 370 millones”.

El nuevo formato, con 16 grupos de tres países cada uno, en el que los dos primeros se clasificarán para 16.º de final, supone entonces un ingreso adicional para la FIFA de 640 millones de dólares con respecto a los beneficios previstos para Rusia 2018 con 32 participantes.

El total de encuentros se incrementará de 64 a 80, pero la duración del torneo se mantendrá en no más de 32 días. Aunque subirían los costos de la organización al tener que extender la logística, el torneo se podría celebrar en 12 estadios al igual que en 2018.

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