Aunque todavía no se presentaron oficialmente los datos, el investigador social Agustín Salvia difundió los balances preliminares del último trimestre del 2016.

“La indigencia aumentó en el último trimestre del año pasado: se juntó el aumento de la desigualdad con el aumento de la pobreza extrema, debido a la reducción de las oportunidades de trabajo como changas, actividades de empleos eventuales y el impacto de la inflación”, aseguró Agustín Salvia, director del Observatorio de la Deuda Social de la UCA, en diálogo con Radio Mitre.

“El fenómeno de la marginalidad que experimenta Argentina no es nuevo ya que es una pobreza estructural que tiene como clave la ausencia de mecanismos de empleo”, prosiguió en su explicación el investigador social.  “Los programas sociales acompañaron pero no fueron suficientes para compensar el aumento inflacionario y la pérdida del poder adquisitivo que tuvo el 10% de la población con más nivel de pobreza”.

“Sin embargo, no podemos negar que haber salido de las anteriores condiciones macroeconómicas y las medidas económicas que se tomaron en el último año, junto a la falta de una reactivación y el aumento inflacionario por sobre las expectativas populares y oficiales, produjo que se agravara la pobreza y sobre todo la pobreza extrema en los sectores más carentes”, agregó.

Ante la cronicidad de la pobreza y la estabilidad de los indicadores que lo demuestran, señaló: “Están los descartados, los excluidos, los sobrantes que no encajan en el modelo capitalista que ha desarrollado la economía argentina. Ese sobrante de población que no encuentra empleo no es solo porque no tenga las calificaciones, sino porque no hay demanda suficiente para ellos”.

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