Néstor Pérez Baliño, secretario de “Promoción, Programas Sanitarios y Salud Comunitaria”, decidió dejar su cargo en el Ministerio de Salud.
La sangría en los últimos tiempos fue importante: “Renunciaron Carlos Falistocco, a cargo del programa Lucha contra el SIDA. (…) También Daniel Bosich, ex subsecretario de Coordinación Administrativa; Marina Kosacoff, ex subsecretaria de Prevención; Sebastián Laspiur, ex director de Promoción de Salud y Control de Enfermedades no transmisibles; Héctor Coto, ex director de Enfermedades Transmisibles por Vectores; Carla Vizzotti, ex directora de Enfermedades Inmunoprevenibles”, contó InfoBAE.
Vale la pena recordar que los problemas estallaron públicamente a principios del mes de enero, cuando la Sociedad Argentina de Infectología (SADI) expresó su “profunda preocupación” ante la falta de provisión de drogas para la tuberculosis y alertó sobre las “graves consecuencias” que supone la interrupción del tratamiento.
Sin embargo, los problemas comenzaron mucho tiempo antes: el 2016 fue, sin dudas, un año “negro” para los pacientes de VIH y las organizaciones que trabajan en la temática. Tanto es así que se unieron para que el gobierno les brinde respuestas rápidas bajo el nombre “Frente Para las Personas con VIH”.
? El “Frente por la Salud de las Personas con VIH” exige respuestas ante la falta de medicamentos e insumos https://t.co/jVDcvheG8q pic.twitter.com/1i5t5iJdOz
— Diario BA (@diariodeBA) 4 de enero de 2017
Según se denunció en reiteradas oportunidades, sólo se dio luz verde a aproximadamente el 50% del dinero que se tenía previsto desembolsar: el presupuesto estuvo estimado en 1.450 millones de pesos y ni siquiera fueron utilizados para la compra de partidas de medicamentos.
Hay medicamentos que directamente no entran o, a lo sumo, entra una mínima cantidad y fraccionados; pañales de adultos insuficientes; medicación para problemas pulmonares y antibióticos inexistentes; a los pacientes y organizaciones se les hace imposible acceder a la medicación antirretroviral, a reactivos para test y seguimiento de pacientes VIH+ en todo el país ni tampoco cuentan con materiales para la prevención como preservativos y folletería.
Al menos hasta principios de octubre del 2016, el Ministerio de Salud de la Nación apenas había ejecutado el 11,71% de los fondos destinados para su programa de “Salud Sexual y Procreación Responsable”. También se venía subjecutando sistemáticamente el presupuesto destinado para la “Investigación para la Prevención y Control de Enfermedades Tropicales y Subtropicales”.
Como suele suceder en estos casos, durante el año y cuando las luces apuntan para otro lado, las autoridades se desentienden de las problemáticas estacionales como el virus del dengue, zika y chikungunya. En verano, cuando los tiempos apremian y ya no hay prácticamente nada que hacer, sólo quedan excusas por parte de los funcionarios: hasta la primavera se utilizó apenas el 3,69% de los fondos disponibles para frenar otra epidemia.