Otro día complicado para viajar por la Ciudad de Buenos Aires: por problemas gremiales y técnicos, el subte no funcionó con normalidad.
El miércoles por la tarde, una medida gremial sorpresiva generó la interrupción de la línea C de subte, que une las cabeceras Retiro y Constitución.
La medida de fuerza adoptada por los trabajadores continuó en la mañana del jueves bajo la promesa de mantenerse “por tiempo indeterminado” hasta que la empresa concesionaria dé las respuestas adecuadas a su reclamos.
#Subte #LineaD servicio limitado entre Catedral y Carranza debido a la rotura del cable aéreo de tensión producida por la formación L pic.twitter.com/XNnDC211xb
— Prensa AGTSyP (@prensadelsubte) 5 de enero de 2017
“Queremos denunciar las condiciones de seguridad e higiene mínimas con motivo de las obras que se están desarrollando en dicha línea. Esta situación se suma a la alarmante emergencia de seguridad en el subte luego de la muerte de un trabajador hace menos de un mes”, señalaron los trabajadores.
Por su parte, desde Metrovías, indicaron: “medida resulta absolutamente irracional, dado que se produce sin previo aviso y en el marco de las obras que se están llevando adelante en la estación Constitución, las cuales fueron informadas con más de un mes de anticipación a la representación gremial”.
Pese a ello, en horas de la tarde terminaron accediendo al pedido de los “metrodelegados”: que se utilice como cabecera del servicio la estación Independencia y que el servicio se preste de manera reducida con la mitad del personal.
Además de estos problemas, se sumó el servicio diferencial que ofrece la línea D, que habitualmente une Catedral y Congreso de Tucumán: por problemas técnicos, funcionó durante horas con servicio limitado entre las estaciones Catedral y Ministro Carranza.